Páginas

lunes, 15 de abril de 2013

 
 
 
" Vida y Muerte "
 
 
 
 
 
 
La vida es como un libro que nunca
llega a su fin. Los capitulos se
terminan, pero no el propio libro.
El final de una encarnación física
es semejante ala terminación de
un capítulo que da pei de alguna
manera al comienso del siguiente.



 
 " Equilibrio "
 
 
 

 
 
Las personas tenemos tendencia a perder nuestro equilibrio natural; todo está relacionado con nuestras emociones.
 
 
Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de su sufrimiento. Sufres porque no aceptas lo que te va ocurriendo a lo largo de la vida y porque tu ego te hace creer que puedes cambiar la realidad externa para adecuarla a tus propios deseos y necesidades egoístas y egocéntricas. Pero la verdad es que lo único que sí puedes cambiar es la interpretación que haces de los acontecimientos en sí, conociendo y comprendiendo cómo funciona tu mente. Si tu interpretación del hecho te reporta sufrimiento es que actuas movido por la ignorancia; si te deja paz interior o te trae armonía y satisfacción, no cabe duda de que actúas movido por la sabiduría.
 
Ante el sufrimiento, el miedo, la tristeza o la angustia, hazte una simple pregunta: ¿que es lo que no estoy aceptando? La respuesta te hará comprender que la limitación que origina todas estas desagradables reacciones está en tu propia mente y no en ninguna otra parte.
En realidad nadie puede hacerte daño, tu ego es el que te hace reaccionar automática y negativamente ante lo que sucede, te dicen o te hacen. Tu ego es el único responsable de tu malestar interior,por mucho que te esfuerces en buscar culpables fuera de ti mismo.
 
Cuando compruebas la veracidad de estas afirmaciones a través de tu experiencia personal dejas de intentar cambiar la realidad externa para acomodarla a las exigencias de tu ego y comienzas a trabajar sobre tu realidad interna para aprender a aceptarla tal y como es. A partir de entonces comprendes que has venido al mundo a aprender a ser feliz por ti mismo y a aceptar y amar a los demás tal y como son.
 
- Gerardo Schmedling -